Con Fernando Santullo: “Creo que en el Peyote Asesino no hay espacio para la autocensura”

“Cuando nos pusimos a hacer un nuevo disco, tratamos de no ponernos a competir con nosotros mismos. No podíamos intentar reproducir lo que hacíamos en el 98, pero tampoco podíamos hacer un disco que suene peor”, dice Fernando Santullo. Foto: Facebook Peyote Asesino.

El hip hop y sus mundos

La banda El Peyote Asesino actuará el domingo 21 de abril en el Cosquín Rock Uruguay, en la Rural del Prado. El festival tendrá dos días a pura música y a artistas como Ruben Rada y La Mona Jiménez entre su grilla.

Con ‘Serial’, el último disco de El Peyote Asesino, la banda demostró que puede hacer música en el presente. Aquella fórmula de mezclar hip hop con otros géneros, que era una novedad en el Río de la Plata de los noventa, hoy parece estar en todos lados, ya sea en el rock, el pop o el reggaetón. El Peyote se adapta a los tiempos, sin preocuparse mucho por encajar y sin perder originalidad. También pasa esa barrera, un poco real y otro poco inventada, de la presunta corrección política que rige por estos días. Fernando Santullo, cantante y uno de los fundadores de El Peyote Asesino, dialogó con HOY CANELONES sobre el show del Cosquín Rock y la vigencia de la banda.

El Peyote editó ‘Serial’ en 2021. ¿Cuánto de lo nuevo y cuánto de lo clásico se podrá escuchar en el Cosquín Rock?

Cuando vas a tocar a un festival, hacés una selección de canciones en las que quizás no estás tanto presentando el nuevo material, porque el público de un festival es más diverso, no es el que te va a ver a una sala, además de que los tiempos son más cortos. Si bien vamos a tocar algunas canciones del ‘Serial’, el grueso del show va a ser las canciones más conocidas. Va a ser, como todos los shows de El Peyote, súper energético, sin mucha conversación o charla entre canción y canción. Normalmente, somos una banda toca las canciones y va al grano.

¿Cómo se llevan con los festivales? Recuerdo que la vuelta de El Peyote fue en uno de ellos…

La vuelta fue en el Pilsen Rock, en 2009. En ese momento ni teníamos planes de hacer un disco nuevo. Después tuvimos una segunda vuelta en 2016, cuando hicimos un par de Teatros de Verano. El show de Cosquín es interesante, porque desde 2020 (en el Montevideo Rock virtual) que El Peyote no toca en un festival, y lo de 2020 tampoco fue un festival, porque fue en la pandemia, el Montevideo Rock se hizo en un lugar cerrado. Lo de Cosquín es nuestra vuelta a los festivales.

“Cuando vas a tocar a un festival, hacés una selección de canciones en las que quizás no estás tanto presentando el nuevo material, porque el público de un festival es más diverso, no es el que te va a ver a una sala, además de que los tiempos son más cortos”, señala el frontman de cara a la próxima presentación en el Cosquín Rock Uruguay.

Qué repercusiones ha tenido el último disco, que sigue la línea de El Peyote clásico y tiene algunas cosas nuevas…

Cuando nos pusimos a hacer un nuevo disco, tratamos de no ponernos a competir con nosotros mismos. No podíamos intentar reproducir lo que hacíamos en el 98, pero tampoco podíamos hacer un disco que suene peor. Nos planteamos que tenía que ser un disco que nos gustara y reflejara lo que somos nosotros ahora. Creo que el ‘Serial’ cumplió con eso: mostró a una banda que es capaz de seguir haciendo música en el presente. Sí hay cosas y referencias vinculadas con lo que la banda siempre tuvo, como cierta incorrección política en las letras, una cosa muy rítmica y mucha guitarra. Me parece que también están las canciones que no podríamos haber compuesto hace veinte años, porque no teníamos los recursos musicales para hacerlo y porque algunas de las referencias que aparecen en ese disco no existían hace veinte años.

Hoy el hip hop atraviesa a muchos géneros, desde el trap hasta canciones pop con versos rapeados. ¿Cómo ves la influencia que tiene este estilo de música en la actualidad?

Creo que el hip hop o las músicas relacionadas con el hip hop pasaron a ocupar el lugar que tenía el rock hace veinte o treinta años. En festivales como el Lollapalooza, por ejemplo, ves que los cabezas de cartel no son las bandas de rock, salvo algunas muy consagradas, pero en general suelen ser artistas relacionados con el mundo del hip hop. No quiere decir que el rock no exista, pero hoy no es la música más popular. Creo que para El Peyote, al tener un montón de elementos de esa música, no es tan complicado encajar en este momento. Lo cual no quiere decir que nos guste exclusivamente encajar o no.

¿Creen que el rap se ha deformado un poco o está bueno que esté en todos lados?

Cuando los géneros están vivos es cuando se mezclan con otras cosas y se transforman. Cuando los géneros son idénticos a sí mismos, están petrificados y mueren. El tango, por ejemplo, renació cuando se empezó a mezclar con otras cosas. El rock tuvo su momento más vital cuando se mezcló con otro montón de cosas.

Allá lejos y hace tiempo: un fotograma del icónico videoclip de ‘Mal de la cabeza’, de El Peyote Asesino.

Comentabas de la incorreción política en las letras de El Peyote. ¿Alguna vez sintieron una especie de censura a la hora de escribir, algún freno o autocensura?

Creo que en El Peyote no hay espacio para la autocensura. De repente no quiero decir las mismas cosas que dije hace veinte años, y de repente hoy hay otras formas de transgredir que no son las mismas que hace veinte años. Depende de la actitud. En todo caso, si hay alguna canción que no nos representa más, no la cantamos, pero una cosa que no hacemos en El Peyote es cambiar letras que escribimos antes. Y si mirás las letras del ‘Serial’, ves que no hay ninguna clase de autocensura. Capaz que no hablamos de las mismas cosas porque somos más veteranos, pero el proceso de creación de estas letras fue muy parecido al de antes: escribir cosas que nos parezcan interesantes, graciosas, chocantes o divertidas, y que rimen bien.

Fernando Guerrero