Con Julia Olarte emprendedora madre resiliente y la orgullosa creadora de los alfajores Cuatro de Julia

Julia Olarte y sus hijos, que le dieron nombre al alfajor Cuatro de Julia.

“Crecí como persona, como mujer”

Julia Olarte es oriunda del departamento de Flores. Es madre de cuatro hijos y vio en la crisis de su divorcio la oportunidad de valerse por sí misma y de crear su propio trabajo. Empezó vendiendo seis unidades y hoy produce catorce mil al mes.

En esta nueva entrega de Historias de Mujeres, de HOY CANELONES en el marco de Mes de la Mujer, conocemos la historia de Julia Olarte, la mujer detrás de los alfajores Cuatro de Julia. Nuestra entrevistada nació en 1975 en el departamento de Flores y vive en la ciudad de Trinidad. Es la menor de tres hermanos. Su papá falleció cuando ella tenía 7 años. Se puso de novia a los 14 años, tuvo cuatro hijos (Pilar, Belén, Marcelo y Lucía) y en 2019 la pareja se separó. Esta situación hizo resurgir a Olarte y encontrar su propio camino. Fue así que creó los alfajores Cuatro de Julia (en alusión a sus hijos y a ella). Lo que nunca se imaginó es que hoy en día la variedad de alfajores fuera reconocida por autoridades locales, departamentales y nacionales, además del público que compra sus productos. El trabajo que comenzó en la mesada de la cocina de su casa hoy se desarrolla en un local habilitado, y no solo cocina a la par de sus cuatro empleadas mujeres, sino que administra su empresa unipersonal por sí misma.

Una oportunidad
Olarte fue criada en el barrio de una ciudad de Trinidad: “Tengo muy lindos recuerdos de mi niñez, fue muy hermosa”. Se ennovió muy joven y desde entonces su vida estuvo dedicada a sus hijos, su casa y su esposo. Ella nunca había trabajado; su marido, productor rural, era quien sostenía económicamente el hogar. Al separarse en 2019, Olarte se encontró con una realidad desconocida: no solo el sufrimiento que conlleva una separación, sino que además necesitaba trabajar. “Me puse a pensar ‘O cocino alfajores o estudio peluquería’. Elegí cocinar alfajores porque yo ya cocinaba cosas dulces. Tenía una receta (la cual fue modificando con el tiempo y hoy es única) y arranqué vendiendo seis. Hoy hacemos catorce mil por mes”, contó Olarte.
En referencia al momento en el que comenzó a vender sus alfajores dijo que “fui a ofrecer un alfajor al dueño de una estación de servicio, así hice con los demás comercios donde quería estar, y le dije que lo probara. ‘Si a vos te gusta y querés darme una mano, me gustaría venderlos en la estación’ le dije, y me compró los primeros seis”. Añadió que “después un hombre que vivía en Montevideo me llamó que quería venderlos allá y llegué a tener doce puntos de ventas en Montevideo. Luego me llamaron de otras partes del país y hoy tengo varios puntos de venta en todo el país”. En la ciudad de Canelones puntualmente, se venden en el Almacén Natural Gramelia (Herrera 429).

De la cocina a los comercios
“Comencé en la cocina de casa. Fui a hablar a Bromatología de Flores para decirles que yo estaba vendiendo en negro. Conté lo que me había pasado y que comencé a vender alfajores para probar. Yo no podía pagar habilitaciones si no sabía si el negocio andaría”, explicó Olarte. Añadió que “me agradecieron las funcionarias que les fui a avisar. Estuve un tiempo así, hasta que enseguida me regularicé, me inscribí en la Dirección General Impositiva (DGI) y abrí una empresa monotributo y hoy tengo una empresa unipersonal, vendo con boleta oficial”.
Cuatro de Julia se inició el 9 de enero del 2019 y para mayo de ese año las ventas habían sido suficientes para cumplir con los requisitos que le exigían. Olarte explicó que buscó ayuda. “El Plan Sembrando me ayudó con mentores en administración. La Cámara de Industrias también me ayudó con mentorías. Al principio decía ‘Esto no me sirve, yo necesito plata para invertir’. Ahora agradezco y lo valoro muchísimo más que si me hubiesen dado dinero. Hoy tengo conocimientos y herramientas para poder manejarme”, señaló. Las ventas fueron en aumento y Olarte logró abrir su propio local en la ciudad de Trinidad (18 de Julio y Puig), el cual cumple un año en mayo de este año.

La emprendedora junto a sus empleadas. “Estoy súper agradecidas a ellas”, dice.

Significado
Olarte contó cuales fueron las dos ventas más significativas durante este crecimiento. La primera fue de 3.500 alfajores para dos empresas. Fue un pedido especial por el Día de la Mujer del 2020. “Yo trabajo para Selling, que es una comunidad que busca emprendedores de todo el país. Mediante ellos, las empresas me contrataron con este pedido”, dijo. “Fue una locura hermosa y divina. Increíble”, agregó.
Ese mismo año, en diciembre, los alfajores Cuatro de Julia fueron los presentes de Navidad que recibió todo el personal del Hospital Español, que para ese entonces había sido designado Centro de Referencia de Salud Pública para la contingencia de la atención de pacientes con COVID-19. “Se contactaron conmigo para que hiciera una bolsita con tres alfajores y que cada una llevara una tarjeta escrita a mano que dijese ‘Gracias por tu apoyo’”, dijo la entrevistada. Agregó que “yo creí que serían parte de una canasta. Faltando quince días me llama la directora del Hospital para saber cómo iba el pedido y me dice que era el regalo que los funcionarios iban a recibir por Navidad. Que eligieran mis alfajores para la gente que tan mal la pasó, para los que tanto habían hecho por todos los pacientes… eso tuvo un valor increíble y me emocionó muchísimo. Fue un trabajo muy especial para mí”.

Mujer emprendedora
Olarte dice que si bien tiene empleadas que la ayudan, ella no puede faltar y tiene que estar en su local. Llega a las 03:30 de la madrugada para comenzar a cocinar, cumplir con los pedidos y con el servicio que brinda a sus clientes. “Busco que los alfajores despierten emociones, porque a mi me emociona hacer un alfajor. Es todo artesanal, lo hacemos todo a mano. Eso la gente a veces no lo valora”, expresó. La entrevistada manifiesta que con su emprendimiento “aprendo yo misma todos los días. Yo no tenía ni idea de los papeles. No solo cocino y armo alfajores, tengo que administrar, llevar una logística, pagar los impuestos, pagar sueldos, etc.”. Añadió que “crecí como persona, como mujer. Yo hoy veo lo que soy capaz de hacer, me siento mucho más rica hoy en mi interior. Me enseñó a valerme por mi misma, soy ejemplo para mis hijos, soy mi propio motor, estoy muy orgullosa de mi. No me arrepiento de lo que hago y si me va mal, igual voy a estar contenta porque lo intenté”.
Olarte habló de sus empleadas y dijo que “nos llevamos todas muy bien, somos todas compañeras. Trato de que estén lo más contentas posible. Si quieren librar un sábado, o alguna tiene que entrar más tarde, por ejemplo, yo solo les pido que me cumplan con el horario para sacar la producción. Soy muy flexible en ese sentido”. Agregó que “siempre les digo que si me va bien a mi, les va a ir bien a ellas. Estoy súper agradecidas a ellas”.

Mensaje
Esta mujer emprendedora deja como mensaje para las mujeres que “hay que valorarse y aceptarse. Todo lo que se propongan es posible hacerlo. Cuesta, pero no dejen de hacerlo. Todas merecemos nuestro lugar, primero por nosotras y luego por el resto”.

Jennifer Cassarino